Actualmente ya se entiende la salud como un estado de bienestar global, en el que la mente también tiene su lugar como parte fundamental en el organismo y en la persona.
Cuando mentalmente no nos sentimos bien, porque estemos desbordadas o bloqueadas emocionalmente o porque sintamos que no tenemos control sobre nuestros pensamientos, también nuestras relaciones, hábitos, rendimiento y/o proyectos se ven afectados. Así mismo, cómo nos vaya en estos ámbitos influirá en cómo nos sintamos, incluso físicamente.
La labor de la psicoterapia, por lo tanto, irá dirigida a disminuir el sufrimiento de la persona, para poder sentirse capaz, tomar decisiones y experimentar la satisfacción personal, que en la psicología del S.XXI es sinónimo de salud.